WordCamp Irun 2018: Streaming, Sidras y nuevos amigos

Una vez más asistimos a una WordCamp, esta vez en Irún, y como la tradición marca que no termina hasta que no se habla de ella, aquí va el resumen.

Para los que no quieran leer toda la crónica, comentar que esta vez solo ha asistido Julio y que se ha estrenado como colaborador, ayudando en la realización del streaming de las charlas que se emitió en directo por YouTube.

Lo interesante del streaming no es solo que se pueda emitir, si no que ya quede la ponencia grabada y mezclada con las diferentes cámaras y pantallas disponibles y no es necesaria una edición posterior. Por tanto es un sistema ideal para cubrir conferencias u otros eventos de los que queramos tener el vídeo disponible cuanto antes, incluso pocos minutos después de que se haya celebrado.

Pasamos ahora a la crónica completa de Julio.


 

Cuando asistimos a la WordCamp Gran Canaria en febrero de este año, la casualidad hizo que en el vuelo de ida me tocase sentar al lado de Pablo Moratinos, al que conocía de vista pero con quién no había tenido la ocasión de intimar. Estuvimos las 3 horas charlando de nuestras aficiones (vídeo y WordPress principalmente) y de nuestras vidas, y se forjó mi compromiso de asistir a la WordCamp que Pablo iba a organizar en su ciudad, Irún.

Durante el mes de mayo acordé con él que podía colaborar realizando el directo de las charlas para YouTube, y tras algunas investigaciones previas dimos con la mejor solución para hacerlo, utilizando las cámaras y otros dispositivos de la empresa de Pablo (@3ymediacd) y de otro colaborador, Markos Sodupe (@bideosare), y contando con el diseño de Iban Vaquero (@ibantxillo), autor de la imagen de WCIrun, para las diferentes pantallas que se iban a necesitar.

Así que me empapé bien sobre el programa para streaming OBS (un descubrimiento, por cierto) y el viernes por la mañana cogí el tren hacia Irún.

Era la primera WordCamp en mucho tiempo que iba sin Fer, mi socio, y se me hacía un poco raro, pero al poco de llegar a San Sebastián para cambiar de tren me encontré con Ana Cirujano y Jaime Garmar y tras empezar a charlar con ellos ya me sentía como en casa.

Al llegar a Irún nos estaba esperando Pablo ¡qué tío grande! En un par de horas tenía que estar dándolo todo organizando la WordCamp en las instalaciones de la Universidad y sin embargo estuvo tan tranquilo recibiéndonos y comiendo con nosotros. Este tipo de cosas son las que hacen que te enganche la comunidad WordPress. No se trata de ir a un congreso a hablar de temas profesionales, lo más importante es afianzar amistades y cultivar el buen rollo, y solo con esto Pablo ya nos había terminado de ganar.

Tras la comida fuimos a echar una mano con los preparativos para el día siguiente. Pude entonces conocer a Olatz, otra de las patas de la excelente organización que nos había estado escribiendo a los colaboradores los días previos y que se lo tenía todo super currado. Al principio me tocó echar una mano colocando el material publicitario en mesas de patrocinadores que no habían asistido, o cargando con las 600 latas de cerveza (aparte de otras bebidas, ¡en Euskadi todo es a lo grande!), pero luego ya nos pusimos Pablo, Markos y yo a preparar la sala para la grabación. Tras una horita larga de pruebas y ajustes ya teníamos todo listo para el día siguiente.

Mi hotel estaba un poco a hacer puñetas, pero ahí tuve a Iban que no dudó ni un segundo en llevarme con su coche. Lo que yo os digo, la comunidad WordPress está llena de tipos así, que te hacen sentir como en casa estés donde estés.

Como esta vez no venía Fer, unas semanas antes había acordado compartir los gastos de la habitación con Jonatan Weber, al que no conocía personalmente. Llegó desde Oviedo algo más tarde que yo y ya desde el principio vi que era otro tipo estupendo (¡no me esperaba menos!) y nos fuimos con Roberto Tuñón y Mónica Laga a la cena de ponentes/colaboradores.

¡Qué contaros! Todo lo que se pueda decir sobre el lugar elegido, la sidrería Ola, se queda corto. Tanto el sitio (una antigua ferrería, que más bien parecía un castillo medieval) como la comida fueron espectaculares, y el buen rollo de ir probando sidra de cada una de las diferentes barricas al grito de ¡Txotxt! hacía que nos levantásemos entusiasmados para hacer corrillos y probar otro vasito más…

En mi mesa pude seguir conociendo a Ana, Jonatan, Jaime, Javi Casares y Piccia Neri, y en los corrillos a saludar a muchos de los otros sospechosos habituales que ya conocía de otras WordCamps. Nos quedamos casi de los últimos y al final eran casi las 2 cuando me quise dormir.

Cena de ponentes y voluntarios en la sidrería Ola

 

A las 6:30 sonaba el despertador. Había que arreglarse, desayunar, y presentarse a las 7:30 con el resto de colaboradores dispuestos a atar los últimos cabos sueltos y recibir a los asistentes. Tuve la suerte de coincidir en el desayuno del hotel con Ángel Zinsel, con el que ya estuve en las WordCamps de Gran Canaria y Madrid, pero al que también pude conocer mejor tras una charla muy amena. Otro gran tipo (en todos los sentidos, jeje) para la colección 😉

Y nada, con las cámaras y grafismos preparados, la señal de streaming saliendo viento en popa a toda vela directa a YouTube, y un poco de nervios por que saliese todo bien, arrancó la WordCamp.

A Pablo, que obviamente era el maestro de ceremonias, se le notaba emocionado en la presentación, y no era para menos. Llenar con casi 200 personas un evento así no ha sido fácil, y hemos sido muchos los que nos hemos desplazado desde otros lugares fuera de Euskadi atraídos sobre todo porque ya presuponíamos su buen hacer.

Y a partir de ahí para mi fue todo volado. Cambiando de planos y grafismos en cada ponencia, controlando que no hubiese cortes o problemas de sonido, asistiendo al siguiente ponente para que me llegase la señal de su equipo al streaming, mirando a Markos con el rabillo del ojo para comunicarnos sobre cómo hacer el siguiente plano… La verdad es que lo pasé fenomenal y en el fondo las casi 10 horas de directo se me hicieron cortas. Todo fue rodado y no puedo más que agradecer el buen hacer de Markos y la excelente preparación previa de Pablo. Así da gusto.

Realizando el streaming con Markos

 

Hubo momentos para descansar en los cafés, en la comida, en la foto de grupo (¡genial la idea de que formásemos una W entre todos!) pero mi cabeza no se despegaba de qué venía luego y cómo podía mejorar tal o cual imprevisto anterior. Defecto que tiene uno…

Y así fueron pasando las ponencias. Lógicamente yo solo pude asistir a las del track A, pero me parecieron todas muy interesantes aunque no les pudiese prestar demasiada atención. Destacaría la de Mauricio Gelves sobre buenas prácticas al aplicar CSS, la de Tomás Sierra y cómo hackear un página usando Google, y como no, la de Fernando Tellado y su siempre relevante e interesante punto de vista sobre el futuro de WordPress, incluyendo el «cameo» que hizo en la charla sobre Gutenberg de José Ángel Vidania.

Llegó el momento del cierre y la vuelta al hotel para descansar un poco y prepararnos para la After Party.

Con Jonatan Weber, el compi de habitación. ¡Genial la idea del PhotoCall!

 

Jonatan y yo coincidimos para picotear algo con Ana, Piccia, Carlos Honrado y Fran Madrillano, y luego llegamos a la sociedad gastronómica donde nos esperaban más pintxos y txistorra, ¡hambre no pasamos!

Itoiz Martín, uno de los organizadores, me estuvo explicando cómo funcionaba la sociedad y las costumbres de la zona. Otro gran tipo de esta excelente organización. ¡No se libra ni uno!

Y nada, vino va vino viene tuve la ocasión de hablar con muchos más nuevos amigos. Me encantó la charla metafísica con Piccia Neri, y luego en las copas pude hacer migas con Jaime Garmar, Juanma Aranda e Iñigo Torres, así como con Fernando G.Rebolledo que tuvo el detalle de invitarme a una ‘por el curro que te pegaste con el streaming’ ¡qué gente más maja!

Al día siguiente, como llegué un poco pronto, estuve recogiendo todo el despliegue audiovisual con Paco (Perkins), el cámara del track B, otro pedazo de tío majo que no contento con echar una mano se curró un montón de fotos 360º durante los dos días de la WordCamp.

Con Markos, Paco y Pablo, el equipo audiovisual.

 

Tocaba la presentación del Contributor Day y se establecieron algunas mesas nuevas, como la de comunicación y prensa, la de diseño, o la de marketing, capitaneadas respectivamente por Priscilla Bocage, Ana Cirujano y Carlos Honrado.

Yo estuve en la de WPTV, encabezada por Mauricio Gelves, y aprovechamos para comenzar a subir las ponencias del track A que ya había separado del directo del día anterior. Ahí estuve con Santiago Jimenez, Tomás Sierra, Monti, Vidania y algunos otros comentando truquillos de exportación y aprendiendo a publicar vídeos en la plataforma.

Se nos fue yendo la mañana y llegó el momento de las pizzas y las despedidas. Nos acercó a la estación Jonatan, y vino otro momento de buenas charlas mientras llegaba el tren con Fran, Mauricio, Jaime y Juanma.

Al llegar a San Sebastián nos despedimos de Fran y la casualidad hizo que nos sentáramos juntos Jaime Garmar y yo. Fue la guinda del pastel. Jaime es un tío genial. Estuvimos de cháchara las 5 horas que duró el viaje y estoy seguro que volveremos a coincidir más de una vez… y no solo en eventos de WordPress 😉

Es lo que siempre digo, lo mejor de las WordCamp es la enorme comunidad de gente tan especial, tan de buen rollo que te encuentras ¡Si no existieran habría que inventarlas! Eché de menos esta vez a grandes amigos como Mon Padrón, Fernando Puente, JuanKa Díaz, Joan Artés o Juan Hernando (y como no, a Fer, mi socio), pero espero que no pase mucho hasta que coincidamos.

En fin, esperamos ver a todos estos grandes amigos en la WordCamp de Pontevedra o en la de Barcelona, en las que estaré como organizador y ponente respectivamente ¡Hasta pronto y de nuevo mi enhorabuena a la organización en general y a Pablo en particular!